Dicen qe las ultimas partes nunca son buenas, sin embargo creo que mas que necesarias son escenciales, indispensables, para un nuevo comienzo. A nivel personal siempre me reconfortaron, el saber reconocer una ultima vez, una despedida inevitable, es sin lugar a duda placentero. Los finales abiertos, causan sensacion de vacio, de incertudumbre, puertas abiertas a un tal vez, a la espera y lo que ella conlleva. Afortunadamente tengo el privilegio de equivocarme, y no lo pense dos veces cuando tuve la oportunidad de usarlo, que loco no? me siento orgullosa de equivocarme, si asi es. Prefiero equivocarme una noche, a no tener la oportunidad siquiera de arrepentirme por ello, de reconocerlo como un error. Nada mejor que la certeza, que el disfrute del momento, decirle no a la tortura psicologica del que hubiera pasado si...
Es inecesario, ¿porque hacerlo si tenemos en nuestras manos el privilegio de la decicion? ¿Qué mejor que un bonito final, que nos llene el alma y el corazon, que nos haga sentir vivos y capaces de sentir cosas inexplicables, que nos estremesca cada espacio de nuestro cuerpo? Poder detener el mundo, el tiempo aunque sea por un instante y luego poder decir con orgullo mi historia tuvo un final feliz, sentirse preparado no para anular el pasado, sino para dejarlo ir, para colocarlo en tiempo y forma donde debe estar.
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